Maribel Hastings |
La creciente presencia de latinos en Virginia ha contribuido no sólo a cambiar demográficamente el rostro del estado, también poco a poco contribuyen a cambiar el panorama político.
Los latinos representan 8% de la población de Virginia y apenas 4% de los votantes elegibles del estado. Sin embargo, su voto puede ser crucial, sobre todo para el presidente Barack Obama, quien según la más reciente entrega del sondeo de Latino Decisions para America's Voice es el favorito entre los electores hispanos de Virginia sobre su contrincante republicano Mitt Romney.
El resultado de la encuesta arrojó las siguientes cifras: que un 66% de los latinos de Virginia planifica votar por Obama y 22% por Romney. De hecho, 73% de los electores hispanos de Virginia aprueba la gestión del presidente Obama.
Y en Virginia, la inmigración junto con la economía y los trabajos están parejos como temas más importantes entre los electores hispanos: 48% sobre 47%, respectivamente. Asimismo, 43% de los latinos respondieron que la inmigración es uno de los temas importantes que influirá en cómo votarán; para 21% es el tema más importante; y para 22% es algo importante.
Lo anterior no es de sorprender, porque 66% de los votantes latinos de Virginia dicen conocer a algún indocumentado, y 54% afirmaron conocer a algún joven indocumentado o Soñador (Dreamer).
De hecho, la inmigración ha sido motivo de polémica en Virginia al reflejarse en ordenanzas que han afectado no sólo a indocumentados, sino que han representado problemas para los latinos naturalizados o incluso nacidos en el estado.
Prince William County
En 2007 la Junta de Supervisores -de mayoría republicana- del condado de Prince William aprobó una ordenanza que permitía que la policía preguntara el estatus migratorio de quienes se sospechara eran indocumentados. No obstante, las potenciales violaciones de derechos civiles por uso de perfiles raciales y los altos costos para implementar la ley y defenderla ante tribunales provocaron cambios a la ordenanza.
Actualmente Prince William revisa la situación migratoria sólo de detenidos, pero el agrio debate generó mayores tensiones entre los grupos étnicos y provocó un éxodo de hispanos a condados vecinos. Casas y apartamentos fueron abandonados, negocios cerrados o afectados y todo se produjo en la cresta de la crisis hipotecaria y económica que envolvió al país.
Y como ocurre en otros estados donde han progresado iniciativas antiinmigrantes, el manejo que den los políticos a este tema los define entre los votantes hispanos.
Así las cosas, aunque Obama no concretó la reforma migratoria que prometió en el 2008 y a pesar de haber roto récords de deportaciones, 57% de los votantes hispanos de Virginia afirmaron que la decisión del Presidente de conceder administrativamente una protección temporal de la deportación a los Soñadores mediante la Acción Diferida los hace sentirse más entusiasmados de votar por Obama.
Por el contrario, 43% de los votantes latinos de Virginia dicen que se sienten menos entusiasmados con Romney por sus declaraciones de que si es electo presidente permitirá que los Soñadores que ya tengan sus permisos de trabajo los mantengan, pero que no expedirá nuevos permisos, y de que a pesar de decir que favorece una solución permanente para los Soñadores no haya ofrecido detalles sobre su presunto plan.
A 22 días de las elecciones, un 73% de los electores hispanos de Virginia aseguran estar entusiasmados con los comicios. Incluso 68% afirmaron estar más entusiasmados con la elección 2012 y sólo 17% dijeron estar más entusiasmados con las elecciones del 2008.
En 2008, casi 67% de los electores hispanos de Virginia se volcaron a favor de Obama, porcentaje similar al apoyo que tuvo de los latinos a nivel nacional entonces.
A ver si el martes 6 de noviembre la historia se repite.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America's Voice. En el año 2007, la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) le otorgó el premio de Liderazgo (Media Leadership Award) por su cobertura de los debates migratorios en el Congreso federal en los años 2006 y 2007 como corresponsal del diario La Opinión.