Por Sandra Velázquez
HoyDallas
DALLAS -- Una discreta gira lo trajo al norte de Texas para complacer a los adeptos a su fresca propuesta musical, misma que raya en el romanticismo, ése del tipo que seduce e inspira a la vez.
Es
Carlos Baute, venezolano avecindado en España desde hace una década, quien retoma el mercado hispanoestadounidense en una visita propiciada gracias al poder diseminador de la Internet, el cual ha provocado una difusión inaudita de "
Colgando en tus manos", su exitoso dueto con
Marta Sánchez que tiene a este alegre sudamericano sonando en Venezuela, Colombia, Chile y ahora en los Estados Unidos.
Como si se tratara de un huracán que a su paso va dejando huella, Baute se muestra sorprendido y radiante de felicidad por el impacto que ha tenido el mencionado hit a nivel internacional. "Brutal. Muy contento de lo que ha pasado, todo esto ha sido una locura... las fans han llamado a la radio a pedir que se toque la canción después de hallarla en la Internet", declara el joven artista, durante una charla previa a su presentación en el club Sting de Addison, al norte de Dallas.
Su ánimo es contagioso, se le nota relajado y muy cariñoso, a pesar de estar con el tiempo justo para realizar la prueba de sonido en el lugar y atender los compromisos de prensa. "Estoy en lo mío", añade. "Estoy aquí gracias a los fans", dice en seguida, explicando el fenómeno que ha sido el vídeo de su trabajo con la diva del pop español, Martha Sánchez, en la red cibernética. "Tenemos ya un récord de 42 millones de visitas en YouTube", informa.
Baute dice que la canción, un golpazo radial en España originalmente, incluso ha generado parodias de su versión audiovisual y también ese material ha establecido una marca, al sumar por sí misma tres millones y medio de visitas. "Una cifra que es difícil de lograr para un famoso", señala sin sonar arrogante, sino más bien con el mismo tono de sorpresa por todo ese temporal a su favor que ha sido el estar "colgando" en YouTube.
Los inicios de Baute se remontan a la edad de 13 años, cuando le tocó pertenecer a una versión muy modera de Los Chamos, cuatro generaciones después de aquel grupo de muchachos que triunfaron en Latinoamérica con "Canta chamo".
A los 14 ya estudiaba percusión afrovenezolana, una afición que adquirió a raiz de su gusto por "surfear", pues cuando iba a la costa a acampar con sus amigos veía a los músicos negros tocando los tambores y de ahí le empezó a interesar. Después estudió piano y guitarra hasta que a los 18 le propusieron lanzarse como solista.
Con mucha picardía, revela que sus padres lo obligaron a hacer una carrera "estudié mercadotecnia pero no terminé, le dije a mi padre que me dejara probar (como solista) y si fracasaba, regresaba a la escuela... si me iba bien, que él viviría de mí".
Felizmente para él ocurrió lo segundo, aunque no fue por arte de magia, pues Baute no quería hacer pop "como todos", deseaba crear reggae en español y naturalmente la disquera se negaba rotundamente a apoyarlo, advirtiéndole que podría ser el inicio y fin de su carrera. No fue hasta realizar algo de folclor venezolano, que los convenció de imprimerle un sello particular a su propuesta y de ahí creó sus primeros discos, hasta que el tercero fue lanzado en España y la península ibérica lo adoptó de tiempo completo.
"En diez meses vendió casi 400 mil copias en España", recuerda el rubio cantante. Fue por ello que decidió mudarse de tiempo completo al país europeo y se quedó ahí, en la tierra de sus abuelos y de su padre. "Estoy súper agradecido, es mi madre patria", señala.
A pesar de la distancia, a Venezuela la lleva en el corazón y en su sexto disco, "De mi puño y letra", le dedica "Te extraño porque te extrano", un tema que lo hace reflexionar sobre lo duro que es emigrar de su tierra. "Lo complicado es que te vas solo, sin amigos, sin el olor de tu casa, y a buscar puertas", reconoce.
“Se puede bailar pero bien pegadito, está dedicado a la tierra que dejé atrás, ha sido un ejercicio de memoria de todo lo que ha ocurrido, cuando salí de Venezuela lloré mucho y la pasé mal. Luego despegó mi carrera pero no olvido de donde vengo. Esta canción nace de un sentimiento muy profundo y no podía más que tratar a mi país como a una mujer".
Además del folclor, Bauté también incorpora temas sociales en sus cantares, como "Mariana no quiere ser mojigata", donde aborda el asunto de la violencia de género, aunque con un ritmo contrastante a la letra de la canción. La razón es muy sencilla, relata su creador: "lo hice en son cubano, porque siempre (este tipo de letras) las hacen en balada, con acordes tristes, y yo pa'lante, no quería lo de llover sobre mojado.
"Admiro a la mujer profundamente y es mi musa", concluye, con su sonrisa permanente.
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Carlos Baute grabó un dueto con su compatriota
Franco de Vita: "
Nada se compara a ti", que también forma parte "De mi puño y letra".
Sandra Velázquez es periodista, editora y traductora. Desde 2002 escribe sobre música, deportes y temas de actualidad. Escríbele a: svelazquez@hoydallas.com.