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30 abr 2010

Optimista y anónima marchará por la justicia

Sandra Velázquez/HoyDallas.com

DALLAS -- Con la esperanza de que este movimiento sea fructífero en comparación al estéril intento del 2006, Ana, quien prefiere omitir su apellido, espera ansiosa la tarde del sábado para asistir a la marcha en apoyo al Dream Act, una Reforma Migratoria y en muestra de un claro repudio a la recién firmada ley SB 1070 de Arizona.

Desde principios del 2000 vive en Denton y nunca se le ha hecho complicado desplazarse a Dallas, mucho menos para apoyar una causa que considera justa y urgente.
Ana acudió a cada junta del Comité de la Megamarcha en Oak Cliff y encabezó un subcomité de acción en la comunidad, encargándose de repartir volantes para anunciar la manifestación del 1 de mayo, con la firme convicción de que sus esfuerzos podrían al fin ver un resultado concreto.

En 1991 salió de la ciudad de México para buscar mejores oportunidades y llegó a vivir con sus tíos a California, en el poblado de Visalia, en el Valle de San Joaquín, donde entre otras ocupaciones se dedicó a la cosecha de la uva y del azadón del algodón, hasta que años después su hermano también emigró de México y ambos se reunieron en Texas.

Fue así como para el 2006 se incorporó al movimiento que causó revuelo en los medios pero que no dio ningún resultado palpable a favor de un cambio en las leyes de inmigración.

En esa ocasión alrededor de 500,000 personas marcharon por las calles de Dallas, en un recorrido similar al planeado para el evento del sábado, demandando básicamente lo mismo que en el presente y rechazando en ese entonces la radical propuesta HR 4437 que proponía criminalizar la estadía sin documentos de los inmigrantes carentes de un estatus legal.

“La gente se desanimó después del 2006 y conforme pasaba el tiempo se perdía la esperanza y los líderes también se olvidaron de seguir en la lucha”, considera la capitalina, que en la actualidad se desempeña como secretaria y durante los fines de semana trabaja como masajista certificada.

Bajo el lema de “Todos somos Arizona”, un nutrido grupo de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes espera reunir para la marcha a más de 100,000 personas y manifestarse en contra de la polémica ley anti-inmigrante de Arizona recientemente ratificada por la gobernadora Jane Brewer.

La SB1070 ha generado una ola de repudio a nivel internacional, pero el clima se empezó a caldear dentro de la Unión Americana por el alto volumen de perfil racial que contiene la que muchos consideran una medida anticonstitucional. La nueva legislación en Arizona, que aún no entra en vigor, le da autoridad a oficiales de policía de parar a cualquier persona que ellos consideren –bajo sospecha razonable- sea indocumentada y arrestarla si no puede demostrar lo contrario.

“Es una violación de la ley federal”, señala el abogado Domingo García al respecto, quien explica que al igual como ocurrió en la ciudad de Farmers Branch, en Arizona se están tomando atribuciones que no les corresponden, “pues ningún estado o municipio tiene el poder de crear leyes de inmigración, solamente el gobierno federal”, afirma.

A corto plazo va a tener éxito político, pero a largo plazo los republicanos están cometiendo un error, como cuando Wilson pasó la 187, eso condujo a que California se convirtiera en un estado azul o demócrata, estimó García.

POR LOS ESTUDIANTES

Ana salió de México a los 18 años, dejando a sus papás y a sus cinco hermanos menores para buscar ayudarlos desde “el otro lado”. Con su partida también abandonó sus estudios de bachillerato a nivel técnico y ahora aboga por quienes pueden educarse en este país a pesar de no ser residentes.

“Marcharé para apoyar el Dream Act porque hay mucho estudiante que termina la preparatoria y sin papeles le sale muy caro seguir estudiando, y los que logran graduarse no pueden trabajar. Creo que es irónico que gasten en traer profesionistas de afuera cuando aquí los pueden encontrar”.

Su hermano adquirió la ciudadanía estadounidense al contraer matrimonio hace algunos años y al mismo tiempo que formó una familia no desaprovechó la oportunidad de continuar los estudios que inició en México.

Ahora es mecánico aviador y sigue pensando en prepararse, comenta Ana, quien lamenta por ejemplo, que sus padres hayan sido rechazados el año pasado cuando solicitaron una visa de turista para venir a visitarlos a Texas.

“Presentaron documentos de peso, mi papá es jubilado y les mostró que mi hermano acá es ciudadano y con un buen trabajo, pero la persona que los atendió sin antes revisar sus papeles les dijo que no”.

A pesar de esas y muchas otra trabas, Ana se siente optimista y por ello durante abril se dedicó a llamar a asociaciones civiles, iglesias y hasta consiguió que un amigo le tradujera al coreano el aviso para la marcha, además de conseguir una versión en una lengua africana.

Solamente se tropezó con un bazar en la Harry Hines donde no le dieron permiso de pasar a repartir sus papeletas, pero en general, cuenta que la gente que se enteraba del evento tomaba la noticia con cierta alegría.

“Yo soy independiente”, añade, para apuntar que no está afiliada a ningún grupo u organización cívica o política con todo y su entusiamo. “Siento que la gente no se va olvidar de la marcha y que despertó y despertó para bien”, señala en referencia a la reacción a nivel nacional e internacional hacia la situación de Arizona.

“Espero que los líderes sigan impulsando el movimiento después de la Megamarcha”.

MEGAMARCHA:
Sábado 1 p.m.
Catedral de Guadalupe
2215 Ross Ave.
Se le sugiere al público que:

  • Utilice el transporte púbico DART para llegar a la catedral debido al escaso estacionamiento.
  • Vista camisetas blancas.
  • No responda a provocaciones de contra-manifestantes.
  • Lleve agua embotellada.
  • Recuerde la posibilidad de lluvia.
  • Porte banderas estadounidenses.
  • Lleve carteles respetuosos.
 Escríbale un correo electrónico a Sandra Velázquez: svelazquez@hoydallas.com

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