Unos días antes de la celebración de Acción de Gracias de este año, el precandidato presidencial Bernie Sanders se comprometió a darle prioridad al tema de inmigración en su administración, incluso si el Congreso se niega a actuar.
De llegar a la presidencia, Sanders explicó, mediante la publicación de un Plan de Inmigración, que utilizará la acción ejecutiva para permitir que todos los indocumentados que han residido en Estados Unidos al menos cinco años, puedan permanecer en el país sin temor a ser deportados. Su plan alcanzaría a aproximadamente 9 millones de residentes sin estatus legal.
“Quiero dejar en claro: yo no voy a esperar pasivamente a que un Congreso disfuncional actúe. Durante los primeros 100 días de mi administración, trabajaré para aplicar acciones ejecutivas profundas para lograr lo que el Congreso no ha hecho y edificar sobre las órdenes ejecutivas del presidente Obama”. -B. SandersDe ser electo, Sanders promete que haría lo siguiente en materia de leyes de inmigración:
-Desmantelar los programas inhumanos de deportación y los centros privados de detención.
-Ofrecer trato digno y asilo a las víctimas de violencia doméstica y menores que huyen de circunstancias peligrosas en América Latina.
-Terminar con las políticas que discriminan contra la mujer y asegurar que las madres y esposas que llegan a Estados
-Unidos con sus familias tengan el mismo derecho al trabajo que sus esposos.
-Abrir el paso a una trayectoria legislativa agilizada hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados.
-Cerrar los vacíos legales que le permiten a las agencias federales discriminar racial o étnicamente en la franja fronteriza.
-Garantizar que nuestra frontera permanezca segura y proteger a las comunidades de esa región.
-Facilitar el acceso de los inmigrantes al ordenamiento jurídico.
-Incrementar el monitoreo a las agencias claves del Departamento de Seguridad Nacional para prevenir el despilfarro, el fraude y el abuso.
-Utilizar la acción ejecutiva para permitir que todos los indocumentados que han residido en Estados Unidos al menos cinco años, puedan permanecer en el país sin temor a ser deportados. Bajo el plan de -Sanders, aproximadamente 9 millones de aspirantes a la ciudadanía podrán efectuar solicitudes para permanecer en Estados Unidos.
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