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lunes, 22 de febrero de 2010

¿Sufrimos de depresión o enfado?

CHT Lilian Tapia

“No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla,  distraído de la vida que te rodea: delfines,  bosques, mares, montañas,  ríos…” Así comienza uno de los pensamientos más bellos que he leído, ¿lo reconoces? Es de Facundo Cabral; lo cito,  pues me parece una excelente receta de vida, aunque la mayoría de las personas que están deprimidas, o mejor dicho distraídas, me dirán:
-Claro, como tú no sientes que no tienes fuerza ni para salir de la cama, que no tienes ánimo de correr las cortinas, que no quieres hablar con nadie, que no duermes o duermes de más; tú no estás triste o irritable, a ti no se te quita el apetito o al contrario,  quieres acabar con el refrigerador.

¿Y qué tal cuándo te sientes tan inútil?... Eso sin contar con la culpa, terriblemente arraigada en nuestra cultura, “la culpa” que además de no servir para nada, sólo logra castigar o castigarse, te llegas a sentir culpable en lugar de buscar la responsabilidad y la consecuente solución o cambio a la situación, porque, ojo, dije situación, no problema, los problemas no existen, eres el problema.

A la mayoría de las personas no les gusta ser la fuente se su “problema”, en este caso, de su depresión, quisieran que alguien más siempre fuera él o la responsable de su situación y aunque en apariencia así sea, la solución siempre estará en ti y nada más que en ti. Sí,  ya sé lo que podrías estar pensando: -pero mi psiquiatra dice que estoy enferma.  O también puedes alegar que los químicos en tu cerebro indican que tú  estás deprimido. Ah, eso sí,  no tendrán ánimos de correr las cortinas ¡pero qué tal ánimos para defender su depresión!

Bien, empecemos por entender que efectivamente, la depresión está vinculada a la falta de un neurotransmisor en el cerebro, o más bien a la falta de reabsorción de la Serotonina. La serotonina es importante en la inhibición del enfado, la inhibición de la agresión, la temperatura corporal, el humor, el sueño, la sexualidad, y el apetito. No por casualidad estas inhibiciones están relacionadas directamente con síntomas de depresión.

Debemos recordar que se ha vinculado el comportamiento humano a la cantidad de luz que el cuerpo recibe por día. En la oscuridad, cuando nos preparamos para dormir, secretamos Melatonina, es por eso que los déficits de esta sustancia casi siempre van acompañados de insomnio y también de depresión, entonces durante las estaciones menos soleadas (otoño e invierno), o sea con menos luz, se produce un aumento de la depresión y falta de estímulo sexual. Cuando llega la primavera y el verano, la serotonina se condiciona a la luz que recibe del organismo, lo que conlleva un aumento progresivo del bienestar y la felicidad con mayor estímulo sexual, producto de las concentraciones de este neurotransmisor en el cerebro.

O sea, desde el punto de vista bioquímico, efectivamente existen sustancias en tu cerebro que tienen un papel importante en tu estado anímico, lo que debería ponerte alerta y no restar importancia a la depresión como suele suceder. Pues según una encuesta publicada por la National Alliance on Mental Illness (NAMI, Alianza Nacional de Enfermedades Mentales), cerca del 60 por ciento de las personas que viven con depresión informaron que confían en sus médicos de cabecera en lugar de en los profesionales de salud mental para su tratamiento.

La mayoría de los seres humanos creemos que escondiendo la cabeza en la arena el problema desaparece, o sea, abusamos de la “Negación”  (mecanismo de defensa), pero es parte de la cultura y la educación en la que vivimos, donde se suele pensar que “si no lo veo pues no existe”, si así fuera, entonces no existirían las ondas radiales, las microondas o las cámaras infrarrojas, que captan lo que el ojo humano no puede ver.

Es de vital importancia poner atención a signos de depresión, los cuales mencione al inicio, sobre todo si perduran por más de tres meses,  es necesario buscar ayuda profesional o un entrenamiento adecuado; que nadie te diga que tu situación es imaginativa o que lo estás inventando o que estás loca, típicos comentarios producto de la ignorancia o la manipulación, al contrario, ignorante sería el no atender una depresión crónica que pudiera terminar en un suicidio, como lo indican decenas de estudios.

Si tú te encuentras en el alto porcentaje de las personas que sufren o han sufrido depresión, te daré unos útiles consejos pero por favor busca apoyo profesional.

Como ya dijimos, es importante buscar la luz, así cambiaremos la melatonina por la serotonina y no lo menciono solamente como fuente de calor, me refiero a la luz de tu psiquis, descubre cuál  es el motivo de tu enfado o de tu ira, ¡sí! como lo lees, la ira reprimida termina en depresión, cuando nos volvemos rutinarios, cuando dejamos de ser creativos, cuando dejamos de asombrarnos a nosotros mismos, empezamos a envejecer y a desaparecer.

Así que ya lo sabes, aunque sea a rastras salte de tu cama, camina, haz ejercicio, respira, ¡sí, oxigénate!, de esta manera estimularás a tu cerebro para que produzca serotonina y al mismo tiempo, empieza algo nuevo: dale alimento a tu cerebro, ¡dale motivos para vivir!... Lo sé, sé que puede ser tan difícil como parar una avalancha,  pero esa es la fuerza de voluntad que ocupas ejercer para cambiar, detén  la avalancha y empuja; empuja con todas tus fuerzas para vivir, solo así lograrás salir de este estado en el que te metiste, si las cosas no salieron como tú querías, piénsalo, ¿vale la pena aniquilarte por querer salirte con la tuya?, ¿vale la pena castigarte por venganza?, ¿vale la pena destruirte sólo por tener la razón?

Sí, también te pueden dar medicamentos, pero si tu cerebro ya produce la serotonina, ¿no sería más fácil dejar que haga su trabajo? Sólo dale la orden, cuando estés caminando repite siempre, siempre, siempre, he estado maravilloso, maravillosa, siempre produzco serotonina y me siento llena de vida ¡y tengo ganas de disfrutar!

¿Suena simple verdad? ¡Pues entonces no tienes razón para no hacerlo! Adelante, conviértete en dueño de ti mismo y deja el pasado enterrado, pero eso sí, bien resueltito, si no, es capaz de regresar y cobrártela con intereses.

Y así terminaría Cabral… “Ama hasta convertirte en lo amado, más aún hasta convertirte en el mismísimo amor. Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruyan hay millones de caricias, que alimentan la vida”.




Lilian Tapia es una hipnoterapeuta certificada y Life Coach, reside en Los Angeles, California donde desde hace una década imparte cursos de crecimiento personal. Escríbele a: liliantapia@hotmail.com.