Por Amy Goodman y Denis Moynihan
En una nevada noche de enero hace algunos días atrás, en el norte del estado de Nueva York, una abuela se entregó a las autoridades del centro penitenciario de Jamesville para cumplir una condena de seis meses de prisión. ¿Su delito? Tomar fotografías. Mary Anne Grady Flores estaba tomando fotografías de otras ocho personas que se estaban manifestando en la entrada de la Base Aérea de la Guardia Nacional Hancock Field, en las afueras de Syracuse, Nueva York. El grupo, denominado Upstate Coalition to Ground the Drones and End the Wars (Coalición del norte de Nueva York para enterrar a los drones y terminar la guerra) se congregó allí el Miércoles de Ceniza de 2013, un 13 de febrero, para manifestarse contra los drones armados utilizados en el programa de asesinatos dirigidos del Gobierno de Obama. Fue una de las tantas protestas pacíficas del grupo.