POR SANDRA VELÁZQUEZ
Greg Abbott visitó el martes 13 de octubre un café en Houston para escuchar a residentes plantearle las preocupaciones que enfrentan, pero el gobernador aparentemente no tuvo mucho tiempo para una madre inmigrante que esperó dos horas para preguntarle por qué se opone a la implementación de los programas DACA y DAPA.
María Duque, madre de dos hijos, acudió al Café Adobe con la esperanza de abordar a Abbott, quien como Procurador General de Texas, encabezó la demanda que hasta ahora no ha permitido que los programas de alivio migratorio DAPA (extendido) y DAPA, promulgados en noviembre de 2014, entren en vigor.
A pesar de todo el tiempo que lo estuvo esperando, Duque apenas alcanzó a decirle al gobernador su nombre y que era parte de la comunidad inmigrante cuando fue interrumpida y escoltada hacia afuera.
De acuerdo a Duque, Abbott simplemente dijo: “Buenos dias. Adios”, y en seguida la inmigrante fue retirada de la silla en donde se sentó brevemente junto al gobernador.
De haber tenido tiempo de hablar con él, Duque, quien forma parte del grupo "Proyecto Defensa Laboral", le hubiera pedido a Abbott que se reuniera con ella y con otras familias que desesperadamente necesitan un alivio migratorio.
"¿Cómo puede hacer buena política si ni siquiera se reune con la comunidad para entender por lo que estamos pasando?", lamentó Duque.
Abbott y Texas lideraron la demanda que emprendieron 26 estados contra la Acción Ejecutiva del presidente Barack Obama, que bajo los programas DACA y DAPA alcanzaría a amparar de la deportación y darle permisos laborales a unos 5 millones de indocumentados en el país.
Se calcula que en Texas hay 750,000 que se beneficiarían de la orden ejecutiva sobre inmigración que para el próximo 20 de noviembre cumplirá un año de haber sido emitida por Obama.
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