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27 ene 2011

El legado de César Chávez es un asunto aparte

Profr. Roberto R. Calderón

César Chávez nació un 31 de marzo, en Arizona
En Texas, durante los primeros días del año nuevo recibimos la noticia que el representante estatal Tyron D. Lewis (R-Odessa), abogado por profesión, presentó una propuesta de ley (HB 505) en la que busca reemplazar el Día de César Chávez (marzo 31) como un día oficial feriado por otro de su propia invención. A este último le ha titulado “Texas Hispanic Heritage Day” (Día de la Herencia Hispana en Texas) y en vez de caer en el 31 de marzo (fecha que marca el cumpleãnos de Chávez) será el 16 de septiembre. Quiéralo o no el estado, quienes celebramos el 16 de septiembre ya lo hacemos sin tener que obtener el permiso de quienes gobiernan. Y de que resulta redundante y falso el ejercicio que pretende Lewis no cabe duda.

No olvidemos que ya existe a nivel federal no sólo un día sino todo un mes dedicado al reconocimiento de la comunidad mexicana/latina en este país que lleva por nombre National Hispanic Heritage Month (Mes Nacional de la Herencia Hispana) y que se conmemora anualmente desde 1988 entre el 15 de septiembre al 15 de octubre. Así de que nos parece rara esta intervención por parte de Lewis. Caracterizamos su acción como insolente y descarada.

Lewis busca taparle el ojo al macho por así decir ya que en realidad intenta obliterar la presencia y memoria de lo que hoy representa y representó en vida la larga lucha social que lideró César Chávez por los derechos laborales, civiles y humanos de los más pobres entre nosotros, que fue y siguen siendo los trabajadores agrícolas, los campesinos, sobre todo mexicanos y latinos pero de todas las etnias por cierto. Ya durante la primavera del año 2010 otro brazo del movimiento ultraderechista anglo y republicano encajonado en el poder a través de la mayoría de los escaños que ocupan dentro del llamado Texas State Board of Education (Mesa de Educación del Estado de Texas), intentó purgar a César Chávez y demás figuras auténticas e históricas de los libros escolares en la área de estudios sociales. Como indica la Texas AFL-CIO en su sitio de Web actualmente, la ley propuesta por Lewis continúa este ataque arraigado en contra de la memoria de César Chávez buscando borrar su memoria cueste lo que cueste.

Lo que vivimos durante los rancios debates lanzados por la mayoría conservadora durante la primavera del 2010 fue de que la mayor parte de los personajes que ellos atacaron, las figuras excluidas y agredidas por la derecha, eran predominantemente de descendencia mexicana y afroamericana. No importaba y más bien por esta mera razón de que en sus vidas estas personas y sus organizaciones habían luchado sistemáticamente en contra de las burdas pasiones racistas de sus contemporáneos euroamericanos (que se autodenominaron “blancos”). Durante siglos en la historia del país los estadunidenses blancos buscaban oprimir y generalmente explotar a estos otros que no eran “blancos” para preservar sus propios privilegios. Tales privilegios se les concedía por su sola condición de ser blancos en una sociedad que les premiaba y validaba su blancura, sus ventajas, sus triunfos, sus poderes, su europeísmo por así decir. Ser blanco significaba ser ciudadano de primera categoría. Ser algo diferente, mexicano o negro (black, como se dice en inglés), indígena o asiático, era todo lo opuesto. Ello significaba ciudadanía y condición política, económica y cultural, etc., de segunda clase o peor. Es importantísimo que entendamos este profundo contexto histórico en torno a lo que sucede en nuestro propio día. El mito propagado por los medios de comunicación y la cultura dominante en este país de que el racismo y la explotación de clase son cosas del pasado es sólo eso precisamente, un mito, una ficción, una mentira, una vana distracción. Tan sólo tenemos que ver lo que sucede alrededor de la cuestión de la inmigración en el país para confirmarlo. Las pruebas abundan.

Queda claro que la figura que representa César Chávez les causa vómito ideológico a los ultraconservadores de la estirpe que forma Lewis y la mayoría dentro del pleno que constituye la Mesa de Educación del Estado de Texas. Igual podemos decir de toda aquella rama de la sociedad que es principalmente anglo, republicana y ultraconservadora que hoy día sigue formando una mayoría dentro del poder político ya que no lo hacen de manera demográfica. Hoy día la realidad es muy diferente. Hace apenas unos días en las notas cotidianas de los diarios estatales y nacionales declaraba el demógrafo oficial del estado de Texas, Lloyd Potter de la Universidad de Texas en San Antonio, que para antes de que se venza la década que estamos empezando la población mexicana/latina de Texas será mayoría demográfica. Quiere decir que si hoy día los blancos en Texas conforman el 47 por ciento de la población estatal, dentro de diez años serán quizá entre el 33-40 por ciento de sus habitantes. Por ahí va ese cuento. Y esta mayoría mexicana/latina se irá ampliando según pasen los años. Es por esta ruta que viene como tren ‘El Cucuy’. El cambio electoral del estado le pisa los talones al cambio demográfico.


Es este cambio social desenfrenado, tendencia que abarcará el siglo veintiuno, que promueve y nutre al miedo colectivo y fantasías reaccionarias de la derecha blanca republicana en Texas y el país. Agreguémosle las condiciones económicas pésimas que la clase política reinante ha generado en vista de prostituirse continuamente a cambio del dinero y poder que ofertan las multinacionales, es decir el gran capital, y podemos empezar a entender que desde hace décadas se ha ido generando una gran desigualdad económica estructural en los Estados Unidos y la combinación de todos estos factores fácilmente pudiera ser, y seguido lo es, explosiva. Sabemos que hoy en Estados Unidos la desigualdad económica es más grave y aguda que en cualquier otro país desarrollado del occidente. Si además se interpone la realidad de que atravesamos por la Gran Recesión, entonces vemos como es que en esta sociedad al mexicano lo agarran de chivo expiatorio. Igual con el latino y negro y demás. Al pobre no se diga lo agarran de chivo expiatorio. Y a César Chávez (a lo que significa y representa su memoria) pues no faltaba más, también lo agarran de chivo expiatorio. Quienes sirven al gran capital y sobre todo la clase política comprometida en servirle sin pena alguna, rara vez habla con la verdad. Lewis y sus semejantes son poco original.

En realidad no tienen nada que ofrecerle a la sociedad en cuanto soluciones reales y prácticas a los problemas multitudinarios del momento y mucho menos a la amplia y creciente comunidad mexicana/latina y toda aquella gente que no conforma con la norma que busca implantar forzosamente una derecha desesperada cuyas políticas no son nuevas y creativas sino unas que hemos visto repetidamente de una forma u otra desde el siglo diecinueve. Es una política fracasada. Es política predatoria del imperio en decadencia, por usar así una frase de mucho auge en nuestro tiempo. Es política que no le puede ofrecer cambio social democrático a la emergente mayoría demográfica. En términos políticos es una mayoría futura de color, no blanca, que sólo sigue siendo atropellada. Se le insulta y castiga con impunidad. Es una mayoría que surge en busca de su propia voz y poder, del cambio que no sólo prometa cambio y el mejorar de todos, sino que también lo conozca y entienda a fondo y sepa cómo realizarlo.

Mientras tanto Lewis y gente como él siguen pretendiendo jugar al juego de mostrarse siempre temerosos del cambio que les forzará a relacionarse con una realidad en que las decisiones y poderes de la sociedad ya no son ni serán juego de un solo segmento social. No obstante las excepciones, así ha sido. Pero lo de antes de acabó. Mientras tanto la respuesta de toda persona de conciencia en la sociedad no importe quién sea, será de desarrollar amplia lucha social y defender los derechos de todos y no sólo de los pocos. Eso de lidiar por un solo camino de un solo segmento social dejó de existir. En este juego todos tenemos parte.

¿Por qué es importante mantener un día festivo dedicado en este caso a César Chávez? Respondamos a esta pregunta con otra pregunta, ¿En toda la historia del estado de Texas cuántos otros días feriados han sido formalmente nombrados en honor de algún Mexicano y/o Latino? La verdad es que existe solamente una fecha y ésta coincide con el cumpleaños de César Chávez.

Desde que el estado de Texas llegó a formar parte de los Estados Unidos en 1845 hasta 1999, jamás hubo fecha alguna que haya sido ampliamente reconocida y oficialmente incorporada a los días feriados de la entidad. Las fiestas patrias no cuentan ya que éstas siempre han sido celebradas de manera autónoma por la comunidad mexicana. Transcurrieron 154 años antes de que se lograra asegurar tal fecha feriada para los mexicanos, equivalente a cinco generaciones.

Es curioso que esta persona que desafortunadamente ejerce un papel como legislador en el estado de Texas, Tyron D. Lewis (R-Odessa), haya propuesto esta ley. ¿Cuáles son sus motivos? ¿Por qué es que una persona cuya historia política revela que poco le importa la condición de la comunidad mexicana/latina del estado de Texas, de repente se interese tanto por deshacerse del único día feriado jamás adoptado oficialmente por el estado de Texas que honre específicamente a una persona de origen mexicana, para reemplazarlo con uno de su propia invención? ¿A quién en la comunidad mexicana/latina de Texas consultó él para que le aconsejara sobre la maravilla de su tontería? Este legislador anglo y ultraconservador republicano de un área del estado de poca población intenta humillar y despreciar a la comunidad mexicana del estado y nada le importa lo que piense ésta al respecto. Juega el papel del diablo, promete una cosa pero cumple otra. El diablo como su truco son transparentes.

Más bien está claro que esta propuesta de ley tiene como intención minar la fuerza creciente a través de Texas de la celebración popular e institucionalización administrativa del día feriado en nombre de César Chávez que data apenas desde 1999. La intención política de Lewis es derrotar la autonomía de una comunidad latina cuya fuerza es creciente no sólo demográficamente como sabemos sino también actualmente en términos políticos y tanto más en el futuro inmediato y lejano. Es una arrogancia, un insulto, una carcajada llena de gusto podrido estando dentro del poder y busca retar el derecho de nuestra comunidad a su propia historia, sus propios héroes, su propio destino en una sociedad plenamente multiétnica.

Gente como el señor Lewis son intolerantes. Gente como el señor Lewis odian que el estado esté cambiando de tal manera en cuanto su población y política, en que se expresa un creciente pueblo tejano. Gente como el señor Lewis detestan la pluralidad política que se asombra ya y con más razón mañana y pasado en que gente como el serán retados y derrotados en las urnas dado las tendencias históricas que vivimos. Gente como él piensa que más vale actuar hoy cuando todavía hay tiempo y aún se puede actuar en contra de la comunidad que ellos sospechan excluirá del poder a tipos como él y sus correligionarios. Gente del partido republicano como él no tienen vergüenza, ni un solo pelo, en intentar sofocar el hecho de que se vaya sentando una narrativa, una historia, netamente mexicana y latina en el estado de Texas. Una que nosotros escojamos y no una que se nos imponga. Hecho que se concreta cuando la legislatura del estado adopta días oficiales feriados (o sino los declara oficial pero los hace opcionales). Tal ha sido el caso con el Día de César Chávez (César Chávez Day) desde 1999.

Un día como el que propone el señor Lewis no significa nada, no representa nada, es una fecha vacía para derramar la fuerza e historia autónoma y seria de todo un segmento de la población tejana, de su población mexicana/latina, que ya suman cerca de los 10 millones de los más de 25 millones de habitantes que existen en este estado en el 2010.

Y en torno al significado de un día feriado en nombre de César Chávez para la comunidad latina de Texas creo la respuesta es muy simple y contundente. En todo el país nuestra comunidad mexicana y sus aliados han buscado recordar a César Chávez de mil maneras dándole su nombre y recuerdo a todo tipo de cosa y evento incluso días feriados en otros estados, como lo son California y Colorado, por ejemplo. A lo largo del país son nueve los estados adicionales que reconocen días feriados en nombre de César Chávez. César Chávez fue uno de los gigantes de la historia estadunidense durante el siglo veinte. Se le recuerda por su lucha en pro de los derechos civiles de la comunidad mexicana. Se le recuerda por haber organizado el sindicato agrícola de los United Farm Workers of America (UFWA) y haber lidiado históricas y largas campañas logrando conseguir contratos como nunca antes había logrado cualquier otro esfuerzo sindical en el sector agrícola estadunidense.

Se le recuerda porque se tornó en una gran esperanza política para las aspiraciones de un pueblo mexicano/latino creciente en este país. Se le recuerda porque nació y creció en duras circunstancias pero supo lograr, supo superar, supo organizar, supo defender el derecho y dignidad y respeto de todo un pueblo que era hasta entonces atropellado por la discriminación legal, por la segregación legal, por la explotación legal, de una sociedad en que la democracia exigía justicia social. Y él junto con gente como él y valientes de todas las razas y edades y clases sociales a través del país formaron un movimiento social alrededor de esta lucha por la equidad, por la justicia, por un futuro mutuo y próspero en que toda persona pueda vivir y trabajar en un mundo más equitativo, menos odioso, y mucho más justo del que heredamos. ¿Acaso no son estos los ideales que busca atropellar el acto violento del señor Lewis? Por qué se burla de nosotros?

¿Por qué le dejamos que lo haga? ¿Acaso no somos hombres y mujeres como cualquier otra persona que merecen el respeto y los derechos plenos igual que nuestros semejantes? Todos somos seres humanos. ¿Acaso los conservadores republicanos anglos y hoy día incluso un puñado de políticos electos mexicoamericanos y afroamericanos no tienen mejores tareas que hacer que atacarnos directamente en tratar de disipar y hacer invisible nuestra historia? ¿Por qué intenta borrar los particulares de algo que nuestros representantes estatales demócratas mexicoamericanos en Austin ya habían logrado establecer en 1999? ¿Y buscar hacerlo desaparecer con una tibia y mentirosa fecha (Día de la Herencia Hispana en Texas) que nadie en la comunidad mexicana/latina de Texas ha pedido?

Esta propuesta de ley busca aplacar la imperante contundencia demográfica y política de la comunidad mexicana/latina en Texas. Busca pegarnos mientras estamos abajo todavía, antes de que aún más grandes cambios desplacen a docenas de conservadores republicanos del gobierno estatal, busca darnos los golpes que pueden darnos dentro de las circunstancias antes de que se acerque el día en que ya no lo puedan hacer. Es política revanchista, es un pantano de auto-preservación conservadora, es un coraje y odio con una larga historia.

Sabemos que nos han atacado históricamente. Y esta última agresión sólo confirma que aún tenemos largo trecho por caminar para cuando llegue el día que buscaba establecer la filosofía no-violenta que César Chávez promovía, el día en que los odios e inseguridades raciales y clasistas que impulsan a gente como Lewis no dañen más a nuestra sociedad. A Lewis y quienes forman su tendencia política los olvidaremos para siempre. Lo haremos porque no fueron de los valientes que defendieron los derechos de todos y todas en su búsqueda por vivir en paz y con justicia sino todo lo contrario. Alzaremos la bandera de César Chávez que nunca se dio por vencido. Forjaremos la victoria que el momento requiera. Y con nosotros marchará siempre la memoria de César.

¡César Chávez presente!

Escríbele un correo electrónico al Profr. Roberto R. Calderón: Roberto.Calderon@unt.edu