Los ultranacionalistas, frustrados por que el presidente Trump ha mantenido DACA hasta ahora, están tratando de torcerle la mano.
En la reunión del miércoles entre el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, y el Comité Hispano del Congreso, quedó claro que el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que ha sido una gran ventaja para los jóvenes que son estadounidenses sin documentación, está amenazado.
"El desafío para quienes apoyamos DACA –en todo el país y en la esfera política– es levantarnos en defensa de los Dreamers", declaró el grupo America's Voice en un comunicado.
El procurador General de Texas, Ken Paxton, está exigiendo que DACA sea eliminado. Si el gobierno de Trump no acaba DACA para el 5 de septiembre, Paxton dice que buscará someter el caso ante un juez federal llamado Andrew Hanen, quien es tristemente célebre por ser antiinmigrante y haber bloqueado de manera infame la iniciativa DAPA, que habría brindado alivio a unos 4 millones de indocumentados en Estados Unidos.
Y parece que en este asunto Paxton tiene a un aliado dispuesto en el Procurador General, Jeff Sessions, en torno a Trump. Todo lo que Sessions tiene que hacer es decidir no impugnar dicha demanda (él ha afirmado durante mucho tiempo que es anticonstitucional), y juntos, Paxton y Sessions, habrán terminado con DACA sin tener que contar con el consenso de Trump. Sessions puede decirle al jefe: “Las cortes me obligaron a hacerlo”.
DACA funciona
Eliminar DACA sería un desastre absoluto para los Dreamers, sus familias y Estados Unidos. DACA ha representado oportunidades económicas para cerca de 800,000 beneficiarios que han pasado ya por revisión de antecedentes y a quienes se les ha otorgado el permiso de vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos. A muchos les ha sido posible lograr sus sueños de ir a la Universidad y completar sus estudios. Quienes no están en la escuela trabajan legalmente y pagan impuestos, apoyando económicamente a sus familias e incluso comprando casas.
Además de ser un éxito, DACA y los Dreamers también son populares. DACA goza del apoyo de los empleadores, universidades, educadores, líderes comunitarios y funcionarios electos de ambos partidos. Incluso el presidente Trump, cuando se le preguntó por quienes tienen DACA, dijo: “No deberían preocuparse demasiado. Tengo un gran corazón. Nos vamos a hacer cargo de todos”. De acuerdo con una encuesta realizada en abril por Morning Consult yPolitico, 78% de los electores estadounidenses apoya el dar a los Dreamers la oportunidad de quedarse permanentemente en Estados Unidos, incluyendo 73% de los votantes de Trump. Solo 14% de todos los votantes piensa que los Dreamers deberían ser deportados, llegando a 23% de los seguidores de Trump.
Como lo dijo el congresista Luis Gutiérrez, un veterano defensor de los derechos de los inmigrantes, en el pleno de la Cámara de Representantes: “Nos vamos a tener que organizar, movilizar y estar del lado de nuestros aliados para proteger familias, proteger ciudadanos estadounidenses de esas familias y defender a las comunidades, porque esa gente [en el gobierno de Trump] está hablando en serio. Quieren deportar a millones de personas y están persiguiendo a los Dreamers y a quienes tienen fuertes lazos y toda una vida en Estados Unidos”.
Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice Education Fund, dijo a su vez: Se agota el tiempo, pero nos negamos a perder la esperanza. Hacemos un llamado a republicanos y demócratas a hablar abiertamente en favor de los Dreamers y DACA. Hacemos un llamado al presidente Trump para que le recuerde al Perocurador General Sessions que esta es una decisión presidencial, y decirle a Texas que detenga su solapado e intimidatorio comportamiento. Y hacemos un llamado también a los aliados de los inmigrantes a respaldar a los Dreamers y a todos los inmigrantes y refugiados. Este es un momento decisivo, y la historia nos está observando.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario